Los mosquitos son bien conocidos por la mayoría de las personas por su molesto hábito de picar. La mayor preocupación, sin embargo, es que son importantes vectores de numerosas enfermedades humanas como la malaria, la fiebre amarilla, filariasis, dengue y encefalitis. Los mosquitos están distribuidos por todo el mundo.

Los adultos miden de 3 a 9 mm; Cuerpo y patas generalmente cubiertas de escamas. Color en su mayoría gris a oscuro, algunos marcados con escamas brillantes de color blanco, plateado, verde o azul eléctrico. Cabeza con proboscis/pico largo; ocelos ausente. Antena plumosa de 15 segmentos en los machos, velluda en las hembras. 2 alas, largas y estrechas, con escamas a lo largo de las venas y el margen del ala; parte exterior del ala con una vena sin ramificación entre 2 venas ramificadas.

Los adultos de los 3 géneros más comunes de mosquito se pueden diferenciar por lo siguiente:

• Anopheles palpos casi tan largos como la proboscis/pico, en reposo coloca el cuerpo y la proboscis en un plano o eje que está en ángulo con la superficie.
• Aedes palpos mucho más cortos que la proboscis, en reposo su cuerpo y la proboscis están en 2 planos diferentes (en un ángulo obtuso el uno del otro) y el cuerpo descansando sobre la superficie.
• Culex palpos mucho más cortos que la proboscis, en reposo su cuerpo y la proboscis están en 2 planos diferentes, con el cuerpo elevado pero paralelo a la superficie.

El control de los mosquitos se inicia con una evaluación exacta y meticulosa del problema mediante encuestas para luego utilizar las medidas de control más adecuadas a cada situación. Las medidas de control pueden incluir una combinación de técnicas para: (1) eliminar las áreas productoras de mosquitos mediante la modificación de su hábitat; (2) control de la larva de mosquito por medio de plaguicidas, reguladores de crecimiento de insectos (RGIs), agentes biológicos y/o peces depredadores; y (3) control de adultos por medio de aplicaciones de plaguicidas con ultra bajo volumen (UBV). Para que haya éxito, los esfuerzos de control no deben ser dictados por jurisdicciones políticas sino por la biología y distribución del mosquito.

A nivel doméstico, puede lograrse alivio al evitar la entrada de mosquitos a la estructura por medio de telas mosquiteras y un sellado correcto, la aplicación de plaguicidas residuales debidamente etiquetados para este fin en las superfi- cies de reposo y tratamiento de UBV a los cuartos infestados. En el ámbito personal, es muy efectivo el uso de repelentes. En áreas de alta infestación, al estar a la intemperie son útiles las redes de cabeza completa (similares a los velos contra abeja).

Se debe mencionar que vaciar cada semana o eliminar completamente los contenedores que conservan agua en la propiedad de uno mismo puede ser de gran ayuda para reducir el número de los mosquitos locales. Esto es especialmente cierto para los mosquitos que viven en asociación cercana a los humanos y tienen rangos de vuelo cortos.